(En la lectura del libro "En la cama con la muerte (25 poemas fúnebres)", de Luis Alberto de Cuenca, con fotografías de Miguel Fernández-Pacheco y Marcela Lieblich. Ediciones de la Isla de Siltolá (Anejos de Siltolá, 3)
Qué guapa estás, chica verde,
por el rimel encendida.
Es la droga de la vida
la que nos mata y nos muerde.
Comienza a perder, y pierde
la vida quien ha nacido.
Pero no hay mejor olvido
que olvidarnos de la muerte.
No quiero que me despierte
la muerte de lo vivido.
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Enrique, no quería dejar de decirte que esta décima me parece una maravilla. Guillermo.
ResponderEliminarGracias, Guillermo, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarcorto pero que engrana algo tan largo como la vida, congratulaciones por esa bella joya
ResponderEliminarMuchas gracias, anónimo, y disculpe por la tardanza en la publicación del comentario, pero apenas entro ya por aquí.. Agradecido.
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