Sin saber por qué ni dónde
te he vuelto a sentir, guitarra,
corazón que se desgarra
y el alma del tiempo esconde.
No encuentro verso que ahonde
de tus acordes la hondura.
Soledad lenta y oscura.
Tu lamento, en este día,
suena a todos a alegría
y me sabe a mí a amargura.
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¿por qué le sabe a usted a amargura los acordes de una guitarra?
ResponderEliminarMe encanta la décima de hoy. Además ¿qué hay más bello que un poema acompañado por el quejido de una guitarra?
Un abrazo y feliz navidad, amigo poeta.
Bueno, Euclides, las guitarras saben más o menos tristes e función de los días... Un abrazo e, igualmente, muchas felicidades para estos días navideños.
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