Gades de esencia fenicia,
crisol de antigua hermosura.
Que el mar ciña tu cintura
a estas horas no es noticia.
No hay belleza más propicia
que tu luz sin horadar.
Deja que de par en par
hoy digan mis versos –deja-
que eres la más bella y vieja
de las hijas de la mar.
De la meditación a la oración
Hace 1 semana