Hoy no va a tocarme el Gordo
ni siquiera el reintegro.
Lo digo bajo este negro
cielo opaco, gris y tordo.
A la suerte oído sordo
gusta mi vida de hacer
así que ha de acontecer
lo que dicta la experiencia:
el Gordo a Lugo o Valencia
y yo el décimo a romper.
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A mi tampoco me ha tocado, pero como no pensaba que lo hiciera, no me ha sorprendido nada. Todavía recuerdo cuando le tocó siendo casi un niño. Una inoportuna torcedura de pie me ha impedido despedirme. Espero que pasen una buenas vacaciones y nos veremos a la vuelta. Un abrazo.
ResponderEliminarGuanche, tanto como casi un niño... Estaba en cuarto de la carrera... Buen viaje, ánimo con esa inoportuna caída y torcedura y nos vemos a vuestro regreso.
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