Mansos gigantes cegados
por arena en los caminos
cuando el sol, entre los pinos,
filtra sus rayos dorados.
Nobles atlantes cargados
con peso de plata y luz.
En vuestras yuntas en cruz
y el afán de vuestro paso
cabe el sueño, en cada ocaso,
de todo el campo andaluz.
La lúgubre góndola
Hace 1 semana
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