Sombras, máscaras, caretas
de la importada impostura.
Esqueletos por figura,
espectrales siluetas.
Tratos, trucos, tristes tretas,
timbres en la madrugada
y, con paciencia esforzada,
rogar con sumo cariño
al padre de tanto niño
que mi casa no la invada.
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Sensacional el mensaje de está décima sobre la nueva manía de Halloween. Hoy, precisamente, le dedico a este tema una página de mi blog.
ResponderEliminarGracias, Emilio, acabo de dejarte un comentario, porque parece que nos hemos puesto de acuerdo. Un abrazo.
ResponderEliminarNo me gusta nada esa moda importada de Hallowen.
ResponderEliminarA nosotros que nos dejen con nuestros santos y difuntos y las ricas castañas asadas del otoño.
Aunque a veces estoy callada no dejo de seguirte en tu décima diaria.Hay dos bloques que me han gustado mucho,"los latidos del mar" y el divertimento de las vocales.
Que sigas conservando esa inspiración divina para las décimas y otras muchas cosas´.
Un abrazo.
No me gusta nada esa fiesta importada que, cuando yo era pequeño, no existía. Ayer salí por la tarde a dar una vuelta y la calle estaba insoportable, llena de monstruos, molestando a los tranquilos paseantes, con la absurda historia del trato o el truco. No sabe como me alegra poder participar de nuevo en su blog.
ResponderEliminarBueno, pues parece que ha surgido una improvisada peña de censores de Halloween, Maica y Roque. Gracias a ambos por sus comentarios y por su afecto a mis décimas.
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