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Nostalgiadora décima para mí, ya que me evocas a dos calles clavadas en mi alma: Betis y Alfarería, de donde partí para el exilio laboral de Córdoba.
ResponderEliminarExcelente espinela.
Seguro que ese exilio concluye más temprano que tarde, Emilio, para regresar a esas calles que añoras y a ese barrio que tanto amas. No es Córdoba, en cualquier caso, un mal lugar para estar exiliado.
ResponderEliminarSu oracion de ayer me impresionó mucho por su profundidad y belleza. Enhorabuena por el don que ha recibido y que comparte con nosotros.
ResponderEliminarGracias como siempre, Roque. Por su afecto y su amabilidad parece usted de la familia.
ResponderEliminarY que buenos bares en esas 28 calles, Enrique. Creo que para mencionarlos a todos necesitarías un amplio romancero tabernario.
ResponderEliminarQuerido Enrique: No es mal sitio Córdoba, y es una maravillosa ciudad, pero te cambio mi piso de 150 metros por uno de 70 en cualquier calle de Triana con epicentro en El Altozano. ¿Hecho?
ResponderEliminarJosé Luis, solo los de la Calle Betis difícilmente me cabrían en una décima, de manera que imagina los de todas... Te has tomado la molestia de contar el número de calles citadas, cosa que agradezco. En confianza te comento que intenté que fueran cuarenta, cuatro por verso, como sí conseguí en el segundo y en el noveno, fue imposible, luego treinta, tres por verso, también resultó imposible y quedó ahí la cosa. Visto de esta forma la décima es un rotundo fracaso. Un abrazo
ResponderEliminarVeré lo que puedo hacer, Emilio... Con gusto me iba yo a Córdoba y me marchaba de Sevilla durante un tiempo... Un abrazo.
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