Pasa el tiempo tan deprisa
como nube indiferente
o en un rostro, hermosamente,
lo fugaz de una sonrisa.
Ayer llama, y hoy ceniza,
va noviembre a la carrera,
y su luz que reverbera,
con la sed de un sol gastado,
es un óbolo cansado
del otoño en la frontrera.
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Sí que pasa el tiempo deprisa. La semana próxima es mi cumpleaños y me parece mentira la edad que voy a cumplir. Como se dice por ahi, casi sin darnos cuenta pasamos del oye al oiga y del niño al señor. Como siempre es un placer leer sus decimas.
ResponderEliminarNo recordaba la inminencia de su cumpleaños, Guanche, aunque sí que cumple algunos más que yo, si mal no recuerdo.
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