Tristeza, suspiro hondo
en las orillas del frío.
Abandono, escalofrío
con tan solo el mar de fondo.
Silencio y dolor redondo
que deja el alma aterida
cuando, descalza, la vida
en el pincel de Picasso
no ve luz en el ocaso
y el azul es una herida.
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No me interesan los debates politicos y, por eso, no vi el del otro día. La opción de Bob Esponja era buena, pero yo, con mi edad y mis achaques, me decidí por acostarme.
ResponderEliminarHace muy bien, estimado amigo, hay que cuidar esos achaques y dar al cuerpo sus merecidas horas de descanso.
ResponderEliminarNo me ha sido posible desenliarme hasta ahora. Tu décima a Picasso es excelente, como siempre. He tenido pasión por este pintor, hasta el punto de que a principio de los 70 me iba a presentar al concurso televisivo "Un millón para el mejor". Me sabía de memoria su obra, las medidas de sus cuadros, si eran acrílicos o lienzos, su vida, sus mujeres y amantes..., todo. Hasta mi firma particular de hoy día -no la oficial del DNI- es casi similar a la suya. En el servicio militar y en el trabajo me llamaban el "Picasso". Hasta tengo caricaturas que me hicieron mis amigos pintores imitándole. Te las enseñaré algún día. Es más, en mi cuarto de soltero de las primeras experiencias amorosas, quien presidía el cabecero de mi cama era una lámina gigantesca, enmarcada con una moldura barroca, de "La mujer de azul".
ResponderEliminarQué curioso, Emilio. Desconocía totalmente esta pasíón tuya por Picsso y su pintura, hasta el extremo de la influencia de su firma. Me pidieron un texto para ser cantado en un acto que hicieron en Granada y les mandé esta décima hace algún tiempo. Creo que hicieron una adaptación musical de estas y otras piezas que escribieron en su homenaje y estoy intentando conseguirlas, hasta el momento sin éxito. Cuando nos veamos me gustaría que me enseñaras todo ese material. Tengo en casa una lámina del cuadro al que se refiere la décima, que siempre me fascinó. Un abrazo.
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