Quien corre. Quien mira el río.
Quien se afana en la lectura
o acaricia una cintura
por resguardarse del frío
Quien se entrega a su albedrío
con serena paz sin prisa
Quien ensaya una sonrisa
porque siente y porque vive.
Quien en un cuaderno escribe
una décima sin prisa.
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Te imagino entonces sentado y desocupado como tomándole al aire un soplo de inspiración, en lo que ves la encuentras, es sencillo sí, pero con armonía, la que completa tu poema.
ResponderEliminarSaludos