Dios te salve, ocho de enero,
día gris como ninguno.
Triste día inoportuno
y mediocre todo entero.
Si no me quito el sombrero
por saludarte, disculpa,
pero es tan agria la pulpa
de esta jornada sin tema
que te basta este poema
aunque tú no tengas culpa.
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Fantástica la décima de hoy, comparto su sentimiento sobre este día pesado y gris, en el que por ser sábado, te da tiempo de asimilar lo que se te acabó, y lo que te viene encima.
ResponderEliminar¿ por qué día gris como ninguno?. ¿ Por qué es tan pesimista la décima de hoy?. Supongo que tan solo es un día más, como muchos otros, con sus historias, esperanzas y desesperanzas. Un abrazo.
ResponderEliminarNo veo tanto pesimismo en la décima, Mara, sólo una reflexión circunstancial en un día al que dedico un poema que además título como oración, aunque pueda resultar chocante con su contenido desapacible. El día me resulta gris por los motivos que bien explica el anónimo. En cualquier caso recuerdo una letra flamenca que decía algo así como:
ResponderEliminarQue nadie hable mal del día
hasta que la noche llegue.
Yo he visto mañanas tristes
tener las tardes alegres.
Yo precisamente hoy comparto el sentimiento de dia gris que refleja en su decima. Pero bienaventurados los dias grises porque las mas de las veces cuando se sale de ese color es para pasar no a otros mas luminosos sino mas oscuros.
ResponderEliminarMenos optimista veo yo su comentario que mi décima, guanche.
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