Quiero a la nieve. La quiero
porque es blanca y porque es nieve
y porque hermosa se atreve
a llenar el ventisquero.
Silente dama de enero
sobre la alta cordillera.
Dejadme que ahora la quiera
antes que llegue el deshielo
y mude en agua su anhelo
la tranquila primavera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas
Que bonita como siempre la forma en que describe las cosas mas simples. A ver si algun dia vemos nevar por estos lares, como ocurrio una vez cuando yo era joven.
ResponderEliminarYo, en cambio, no recuerdo la nieve por estos lares, estrictamente urbanos me refiero, Roque, salvo un amago o tentativa inidónea el pasado año que me dejó con la miel en los labios.
ResponderEliminarAcabo de leer la decima de hoy y su contestacion a Roque y me ha gustado leer eso de la tentativa inidonea. Hace ya muchos años cuando me examine de las oposiciones, precisamente el caso practico de penal era un supuesto de tentativa inidonea aunque mas rebuscado que el suyo desde luego. Feliz año para toda su familia y que su produccion literaria siga siendo tan fecunda y premiada.
ResponderEliminarGracias, guanche, me alegra que mi respuesta a Roque le haya servido para recordar sus conocimientos sobre la tentativa inidónea, que tengo entendido que obtuvo usted un gran éxito en esa prueba.
ResponderEliminarPreciosa décima: blanca, bella y pura como lo son siempre sus palabras.
ResponderEliminar