Pasa el mes y va pasando
sin soñar con que se acaba
mientras, terco, el tiempo clava
su indoloro puñal blando.
Aún sonríe feliz cuando
va la nieve al ventisquero.
Yo, paciente, sólo espero
que un sol tibio, con empeño
de marzo me traiga el sueño
en los charcos de febrero.
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La llegada de la primavera con su luz y su alegria seguro que nos anima a todos. Aunque desvelan desencanto y tristeza las decimas de esta semana me han gustado de modo especial. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, duna.
ResponderEliminarHay veces que vemos una época como el tránsito que hay que padecer y pasar, con la mirada puesta en un futuro idealizado, esto trasladado a un poema resulta, además de bonito, la representación de una mirada atenta e inquieta, la tuya.
ResponderEliminarSaludos.
Le veo ultimamente un poco triste y melancólico en sus últimas y bellas décimas.Ánimo,ya mismo tendremos aqui la primavera.Saludos.
ResponderEliminarGracias, Rafa. Defines de forma espléndida la situación y el contexto que inspiran estas décimas. Y gracias a ti, también, Tessa. Siempre me alegran tus comentarios.
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