Comenzó a subir la cuesta
de otro enero el corazón.
Sin demasiada emoción
va ascendiendo sin protesta.
Nadie escucha ni le presta
a su empeño escala alguna
pero a él no le importuna
y en la pendiente su paso
contempla tras cada ocaso
una luna y otra luna.
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Quiero entender que se recomienda una cuesta de enero sin emoción, y ,así, sin aspavientos y vivencias ,sin exasperaciones ,ímpetu alguno,pasará día a día.Aunque se refiere la décima al corazón;y en ese tema no hay parón alguno,pese a la circunstancia de este mes que tiene esa cuesta melancólica,por las fiestas pasadas , que son muy largas ,y por el dinero consumido en exceso. Vuelvo a la monotonía, y no precisamente en lo que al corazón se refiere.
ResponderEliminarHe estado fuera más tiempo de lo normal y ahora,
ResponderEliminar¡qué gozada!me encuentro con muchas décimas.Llevo dos dias leyéndolas.Algunas son preciosas,entre ellas"ofrenda en el portal","turrón de chocolate..,la humilde y deliciosa castaña...amén de estas últimas de los Reyes.Me han encantado.
También le felicito por todas estas fiestas pasadas incluyendo su cumpleaños.Le deseo un nuevo año lleno de cosas estupendas incluidas las nuevas décimas.¡
Saludos.
Que duro se me ha hecho siempre el mes de enero. Para mi mas que una cuesta es una verdadera montaña. A ver si este año me resulta mas llevadero.
ResponderEliminarMás que una recomendación, estimado anónimo, que a nadie recomendaría yo que abandonara la emoción en su vida, la décima pretendía ser sólo una constatación de la realidad y de la dificultad de ese regreso a la rutina y la normalidad después de las vacaciones, que a veces cuesta un poco. Un cordial saludo.
ResponderEliminarGracias por su lectura retrospectiva de mis décimas y por sus felicitaciones, estimada Tessa. También yo le deseo un buen año 2011.
ResponderEliminarYo comparto su montañosa impresión del mes de enero, estimado Roque.
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