En tu retina extraviada
-pupila abajo y arriba-
va remando a la deriva
tu inocencia. Luego, en cada
afanosa cucharada
que te llevan con paciencia
a los labios, sin urgencia,
tu saliva se hace mar
porque pueda navegar
tal velero de inocencia.
"Fragmentos"
Hace 23 horas
Una décima notable la de hoy en este blog que se nos va haciendo imprescindible a sus crecientes seguidores.
ResponderEliminarGracias, anónimo, pero qué raro eso de tener seguidores anónimos. Los prefiere uno con nombre y apellidos. Muy agradecido, en cualquier caso.
ResponderEliminar