Jóvenes rostros. Espejos
de mi antigua edad perdida.
En vuestros gestos la vida
me devuelve mil reflejos.
En esos pupitres viejos
fui una vez quien ya no soy.
En la tarima en que estoy
os doy la lección puntera:
quisiera ser lo que era
y seréis lo que soy hoy.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Eras de los que pintaba sobre ellos? Daría lo que fuera por volver a ver mi archi pintado pupitre de aquellas interminables clases.
ResponderEliminarAlguno pinté, Dama, sobre todo en mis años infantiles, y más tarde estuve rodeado de ilustres pintores de pupitres. Qué tiempos aquellos.
ResponderEliminar