Junto al mar todo es sencillo.
Quien escapa al mar lo sabe
cuando en los ojos le cabe
la oscuridad de su brillo.
Anoche cantaba un grillo
su monótona verdad
y entre tanta soledad
fue la vida más sencilla
en la calma de esta orilla
que en la poblada ciudad.
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¡Como me recuerda a noches sanluqueñas...!
ResponderEliminarClaro, las onubenses son prácticamente iguales, el mismo mar y las mismas estrellas.
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