A Diego Lencina, In memoriam.
Hoy en ese contraluz
que a la vida da la muerte
otra vez he vuelvo a verte
marcando el rumbo a una Cruz.
Nazareno de la luz
más triste de la ciudad.
Con humana lealtad
hoy ciñes tu escapulario
para acudir al Calvario
y encontrar tu Soledad.
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Que curiosa derivacion tuvo la decima de las tres letras. No conoci a Diego Lencina pero me sumo a su bello homenaje.
ResponderEliminarGracias, Roque.
ResponderEliminarLlega uno a una edad en la que se ve a los demás a contraluz, y muchos permanecen en esa sombra y ya es imposible reconocerles.
ResponderEliminarAsí es, anónimo, pero quiero pensar que nos sigue acompañando la luz y el recuerdo de las buenas personas, como es el caso de esta a quien dediqué esta décima tras su reciente fallecimiento. Cordialmente
ResponderEliminarEspinelete, vuelvo a su blog después de cierto tiempo en el que no he tenido ocasión de "navegar" por la red. Me ha gustado mucho su décima, pues aunque la muerte de alguien es un triste acontecimiento, la cercanía de la Semana Santa, a la que tan bien alude en su contenido, nos hace sentir la cercana primavera.
ResponderEliminarY bien que me alegra que quede varada de vez en cuando en esta orilla, querida sirena, y comienzo a sospechar la corriente que la trae. Saludos al poderoso Neptuno.
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