Las cuentas del corazón
las entiende quien las lleva,
que el saldo baja y se eleva
a su antojo y sin razón.
Escondido en su rincón
da interés o bancarrota.
El corazón es gaviota
que igual vuela en su latido
hasta el gozo enaltecido
que a la sed de la derrota.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aqui seguimos fieles a su blog y cada dia que pasa mas admirados de su continuidad y buen hacer. ¿ Como se extraña de las comparaciones que merecidamente le hacen ?
ResponderEliminarGracias, marítimo. Siempre me alegran sus comentarios.
ResponderEliminar