Para una palabra hermosa
basta tres letras juntar
Sal y sol. La luz del mar.
Breve y simple cada cosa.
Cansa decir mariposa
si se puede decir red.
Reparad en ello, ved
cómo en tres letras se sacia
-clara sílaba de gracia-
del lenguaje toda sed
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El maestro Manuel Mantero, que no es mala referencia, hizo una vez la "apología del tres" en un texto bellísimo: tres cruces en el Gólgota,tres carabelas, tres mosqueteros, tres luces de tráfico, tres aspiraciones irrenunciables, libertad, igualdad y fraternidad, tres destinos, infierno, purgatorio y gloria, tres Reyes Magos...
ResponderEliminarJunto al sol, la sal y la luz del mar, la sed de futuro saciada en tres nombres: Enrique. Jesús y Ángela.
Me parece a mi que esta décima encierra algún misterio. No sé adivinar cual puede ser pero al menos parece que quiere descifrar algo.
ResponderEliminarUn saludo.
¡¡Gracias anónimo por descifrarlo!! Preciosa décima.
ResponderEliminarEl maestro Mantero sólo se olvidó de los tres cerditos y de los tria iura praecepta, anónimo... Siento de verdad deshacer ese halo de misterio que insinúa en su comentario, querido Eucildes, pero la décima no tenía otro propósito que celebrar la belleza de muchas palabras de tres letras. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas veces queremos buscar ¡y creemos encontrar! misterios escondidos, enigmas ocultos que desvelamos a nuestro gusto, enigmas que descifrar sin entender que la belleza se esconde tras un simple velo de concordancia lingüística que sencillamente nos empuja con su cadencia hacia la comprensión. Es un instante recuperado, y traído aquí para todos y por eso gracias.
ResponderEliminarSaludos y ánimo
Gracias, Rafa, es justo como dices. Agradezco de verdad tus palabras de ánimo.
ResponderEliminar