Llega como un torbellino
que el empeño desafía
y al vestir de sombra el día
oscurece tu camino.
Gris y apática, su sino
es robarte la ilusión.
Frente a la desilusión
y su súbito rasguño
hay que apretar bien el puño
y apostar el corazón.
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Me han regalado las poesías completas de Al-Mutamid. A pesar de ser un regalo maravilloso, y de haberme sorprendido gratamente, no dejo de maravillarme sobre la facilidad que tenéis para escribir versos, tanto el Rey Moro como tú.
ResponderEliminarUn beso.
Preciosa decima la de hoy referida a un sentimiento tan conocido para todos.
ResponderEliminarDespues de un tiempo ausente retomo el blog y encuentro decimas que me gustan especialmente y con las que me identifico plenamente, como la de hoy muy apropiada para mi actual estado de animo.
ResponderEliminarGracias, Dama, aunque un poco ruborizado porque me incluyas en el plural en lo que a facilidad versificadora se refiere junto con el Rey poeta. Buen regalo el que te han hecho, sin duda. Seguro que un rey poeta no puede ser malo
ResponderEliminarGracias, Rouque. Y ánimo, Guanche.
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