¿Kiosco? No, freiduría
justo a la vera del río
donde la noche de estío
era aceite de alegría.
Huevas, choco y acedía,
adobo, blancas pijotas.
Viejos tiempos, horas rotas.
Faltaba al Guadalquivir
que, en alegre ir y venir,
sobrevolaran gaviotas.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 4 horas
¡Cuántos bellos recuerdos de verano, Enrique!
ResponderEliminarSigo leyéndote todos los días de este mi verano portuense. Eres la única noticia buena de la mañana...
Por cierto, tu décima del"nombre de Carmen" me ha servido este año para felictar a todas mis amigas Carmen, conservando -por supuesto- tu copyright. Todas me han contestado dándome las gracias y diciéndome que ha sido la felicitación más hermosa que han recibido.
Un fuerte abrazo.
Antonio García Herrera
Querido Antonio, cómo envidio durante este caluroso mes de julio esa orilla portuense. Yo, hasta que me marche la semana que viene a Punta Umbría, me dedico los fines de semana al turismo de interior. Gracias por tu cordialidad y afecto por mis décimas, y por el respeto al copyright... Fuerte abrazo.
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