Dragas y remolcadores,
viejos buques del verano
con el tiempo de la mano
afanado en sus labores,
hondos sonidos, temblores
invisibles de la arena.
En mi recuerdo aún atruena
el estruendo aquel de vida
entre la calma encendida
de la mañana serena.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 5 horas
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