Bienvenida la luz que tú derramas,
verano niño, capitán del fuego,
encendidas pavesas sin sosiego
por el despliegue airado de tus llamas.
Bienvenidos, calor, brisas, soflamas
con un sol de ceniza de la mano
mientras el mar es sueño cotidiano.
Bienvenido el azul y bienvenidos
los rayos de tus soles aguerridos
y la espada rojiza del verano.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 1 hora
Magnífico poema Enrique, espléndidos y emocionantes especialmente los dos primeros versos y el último, de una belleza poderosísima. Un abrazo, y a celebrar con la selección,
ResponderEliminarJavi Barrera
Es un poema breve e intenso para dar una jubilosa bienvenida a este mes. Un abrazo.
ResponderEliminarQuerido Javier, muchas gracias por tu comentario. Solo faltaron unos minutillos de Jesús Navas para dedicarle hoy la décima a Del Bosque... Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jesús. Menos mal que no hay que recitarlo con poca luz... Un fuerte abrazo.
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