Bajan sueldos, sube el IVA.
No son propicios los hados
y los divinos mercados
se nos ponen cuesta arriba.
El político hace criba,
mas no de su propia sopa.
Aun muriendo a quemarropa
mantengamos la alegría,
que administran la agonía
los sabios socios de Europa.
Sensacional, Enrique. No se puede hablar más claro en menos versos. Felicidades.
ResponderEliminarQuerido Emilio, a estos señores solo les falta llamar al timbre de casa, abrir el frigorífico y llevarse los yogures, los huevos y la mantequilla. En fin, no veo la hora de marcharme ya a esa Punta Umbría donde has descansado gozosamente con tus nietos, pero ni allí nos dejan tranquilos. Todo sea por la flexibilidad y la competitividad.
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