Alados, cultos, cabales,
de los dioses mensajeros,
variopintos compañeros
estos nobles mercuriales.
Exquisitos comensales
que en Fogón hallan asilo.
Conocido ya su estilo
es mi humana apreciación
que puede, sin aflicción,
estar Júpiter tranquilo.
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Pasamos ayer una noche inolvidable, Enrique.
ResponderEliminarY el poema que has escrito lo confirma " Júpiter puede estar tranquilo,faltaría más".
Muchas gracias por esto y por lo otro, Enrique
ResponderEliminarEl placer de tu visita de anoche se extiende en esta magnífica décima. Muy agradecido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por esta décima dedicada. Fue una excelente velada la de anoche y espero de corazón que se repita en muchas ocasiones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Amigo Enrique Barrero,
ResponderEliminarde las décimas artista,
sevillano y sevillista,
gran poeta y caballero.
Un veinticinco de enero
fue tu estreno magistral.
Merece una fecha tal
anotarse en nuestra historia
y que quede en la memoria
de la gente mercurial.
Querido Ramón, espléndida noche, pese a nuestro puntual desacuerdo en la forma de proceder de nuestro Presidente... Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerido Juilo. Veo que los mensajeros cumplieron su cometido como corresponde a su condición mercurial... Un abrazo y ojalá coincidamos en otro encuentro.
ResponderEliminarQuerido Fernando, el agradecimiento es mío por vuestra acogedora invitación y el espléndido encuentro de poesía y amistad. Un abrazo.
ResponderEliminarQuerido Juan Antonio, gracias de corazón por tan espléndida décima, que es todo un regalo para mí que te agradezco mucho. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEsta décima fina y elegante honra a los mercuriales y te hace más nuestro. Ex corde.
ResponderEliminarGracias, Jesús. Este fin de semana me acompañarán vuestros libros. Un abrazo.
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