A veces, de buena gana,
se equivocan los refranes
y cuentan más los afanes
que la verdad lisa y llana.
Asomado a la ventana
observas tras el cristal
y en este enero inicial,
aunque con buen sol arriba,
sabes que, en definitiva,
año nuevo y vida igual.
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La verdad es que todo sigue igual, Enrique. Ni la entrada de un nuevo año marca la frontera de la realidad cotidiana. Tu décima lo retrata a la perfección, como siempre.
ResponderEliminarGracias, Emilio. Como pequeña broma te diría que en tu blogg sí que hay cambios y nuevas secciones que hacen honor al refranero de la vida nueva en el año nuevo. El mío se sigue caracterizando por su inmovilismo octosílabo... Un abrazo
ResponderEliminarNo es un inmovilismo: es una creación diaria. ¡Quién pudiera...!
ResponderEliminarGracias, Emilio. He conseguido rescatar un librillo del que no me quedaban ejemplares y que me hace ilusión que tengas en biblioteca cordobesa. Te lo envío pasados estos días festivos.
ResponderEliminarYa sabes que para mí no hay mejor regalo que un libro, y más si es de un amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias.