Viejas columnas vencidas
por los siglos, sangre vieja
enredada en la madeja
de la historia y sus heridas.
Solitarias, comprimidas
como un sueño derrotado.
Cuánto azar el resultado
del tiempo y su indiferencia,
soledad, musgo y ausencia
en un patio bien cercado.
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Enrique dime si has recibido este mensaje correctamente. SALVADOR CASADO
ResponderEliminarQuerido Salvador, he recibido tus comentarios con alegría. Un fuerte abrazo.
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