jueves, 13 de mayo de 2010

Miguel Hernández

Pastor de versos. Perito
en las lunas y en el viento.
Vocero de un sentimiento
poderoso como un grito.
Traductor del infinito
que en el amor se embelesa
(siempre fiel a la promesa
que se dice y no se olvida
porque queda de por vida
en un rayo que no cesa).

6 comentarios:

  1. Ya estaba tardando Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento; pero aquí nos trae ya, oportuno y brillante, el autor de la famosa Elegía. Quiero aprovechar la amplia difusión de este blog para algo que me parece de estricta justicia. Citar a José Luís Ferris y a su libro "Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta", del que hay una reedición actualizada y ampliada en este mismo año 2010; y lo hago porque además he tenido la fortuna de oirlo no hace muchas horas en un acto celebrado en el ámbito de la Feria del Libro. En la obra que cito está entero el poeta: su infancia y su adolescencia, su primer viaje a Madrid y su asentamiento en la Corte, sus libros y los avatares de su vida, sus amistades y sus amores, sus éxitos y sus fracasos, quienes lo qusieron y ayudaron y quienes lo despreciaron, más o menos, sus inquietudes y sus aventuras culturales, su relevancia como "poeta en la guerra" y su posterior pasión: persecución, cárceles y muerte.
    Enhorabuena por traernos hoy el recuerdo de quien un día escribió un "Auto Sacramental" y también pastoreó versos que en buena medida le acabaron costando injustamente la vida.

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  2. Magníficos tanto la decima como el comentario de anónimo.Enhorabuena a ambos.

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  3. Como dicen todos sus comentaristas,seguimos disfrutando de su excelente poesia.Y cuán dificil es escribir todos los dias algo nuevo y bonito.La de ayer del pueblo,preciosa,y no digamos la de Miguel Hernández,es un poeta que me fascina.Por cierto,no vivo en Sevilla,pero voy mucho,¿por donde cae la calle Acetres?
    Le extrañarä que siendo yo mayor y V.joven no le tutee pero es que me merece mucho respeto un poeta.Una es sensible y siente las cosas,pero no es capaz de decirlas con la belleza y el juego de palabras que utilizan los poetas.
    El libro de Cabodevilla al que alude Anónimo no es ése que él cita.Me parece recordar que era
    "Los articulos desarticulados" o algo asi.
    Hasta otro dia.Tessa.

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  4. Gracias a anónimo por su oportuno comentario divulgativo, a Roque por su anabilidad y a Tessa. La calle Acetres es una bocacalle de la calle Cuna cercana a la Plaza del Salvador, Tessa.

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  5. Décima de diez. Y a mí también me impresiona muchísimo la dedicatoria de El rayo que no cesa con la que rematas el poema.

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  6. Es cierto que es una dedicatoria muy hermosa, Enrique, no menos que los cuartetos que recitaba tu madre por las pasillos o los poemas que declamaba encaramada a una silla en el colegio.

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