A Esperanza Galindo.
Culta y sensible. Distinta
en las formas y en el fondo.
Su mundo sereno y hondo
supe después que ahora pinta.
Corto del tiempo la cinta
que todo envuelve y alcanza
y culmino así esta andanza
que va del muchacho al hombre.
Vuelvo a recordar su nombre:
la profesora Esperanza.
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Bonita décima dedicado a una profesora con bonito nombre. ¡¡Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias, Euclides. Es cierta forma trata de la nostalgia que a ti te interesa.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
ResponderEliminarLa nostalgia es como la melancolía. Victor Hugo dijo una vez que "la melancolía es el placer de estar tristes". ¿Bonito verdad?
Gracias Espinelete por tus bellas décimas y tu siempre amabilidad.
No sólo se disfruta de la brillantez y perfecta estructura de las décimas del "blogger" Espinelete; si no que, además, podemos deleitarnos con la prosa y sugerencias de sus comentaristas.
ResponderEliminarTodo ello sumado hace que este blog pase a la categoría de "texto de obligada lectura".
Vale,
Vale, anónimo, anónimo del Vale. Yo le agradezco tanto sus elogios como su amistad, pública o encubierta.
ResponderEliminarNunca hasta hoy había visto tan bonito el nombre de Esperanza.
ResponderEliminarCreo que vamos casi a la par en esa percepción, Enrique, con ligera ventaja para ti en la culminación de la expectación.
ResponderEliminarEspinelete, mis años dedicados a la literatura y a educar a chicos adolescentes en el amor a la palabra han merecido la pena sólo por este poema que me has dedicado. Seguiré con expectación lo que escribas. Y te invito a seguir mi palabra plástica que es otra forma de expresarse. Al final todos necesitamos de la forma para comunicarnos. Gracias
ResponderEliminarwww.esperanzagalindo.blogspot.com
Esperanza, tu comentario me alegra y emociona mucho. No dudes que sigo tu obra y todo lo relativo a mi vieja profesora de aquellos años adolescentes con extraordinario interés.
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