En la pálida muralla
apura la tarde el paso.
Una daga es el ocaso
que acaricia y no avasalla.
De perfil teje su malla
la ascensión de la palmera
y de nuevo pareciera
esta hora silenciosa
que sonríe, misteriosa,
Catalina de Ribera.
CÓMO DESCRIBE HOMERO EL INSTANTE DE LA MUERTE
Hace 29 minutos
Que bella forma de describir los Jardines de Murillo. La vision que ofrece evoca unos jardines tan maravillosos que nos hace olvidar ,incluso , los deterioros y suciedad que ,a veces, tristemente, tenemos que soportar en ellos.
ResponderEliminarTiene mucha razón, Roque, cuando alude a ese deterioro de algunos enclaves de la ciudad, bien y trístemente visible en los últimos años en el caso de la Plaza de España y su seco y viejo estanque en el que navegaban aquellas barcas de remos. He leído en alguna parte que volverá a llenarse. Ojalá así sea.
ResponderEliminarBien por la vieja Huerta del Retiro, convertida en jardín. Lo suyo es un viaje a la memoria.
ResponderEliminarAlguien dijo, no me acuerdo quén era : "Has ido tan lejos para librarte de tu carga de nostalgia".
Gracias, Eudoxia, por su lírico comentario, tan rico, tan intenso.
ResponderEliminar