Belleza rotunda y plena
junto al viejo mar tendida,
trazo de luz encendida
tumbado sobre la arena.
Sirena de sol, sirena
que en ti misma te derramas.
Quién, sucumbiendo a las llamas
que se avivan al mirarte,
pudiera así devorarte
del bikini a las escamas.
La lúgubre góndola
Hace 1 semana
Elogio del pescao frito..., al sol.
ResponderEliminarO de los gambones plancha, querido Gangué... Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEntro por fin en la blogosfera y tengo que aplaudir esta décima, por fresca, luminosa y apetitosa.
ResponderEliminarQuerido Jesús, cómo me alegra entrar en un ciber y encontrar acompañantes como tú para esta sirena. Un fuerte abrazo
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