Ciudad, ciudad recobrada
sin arena o bajamar,
abierta de par en par
al retorno y la mirada.
Tarde a pique, naufragada
como un buque que ha encallado
cuando agosto, derrotado,
es gaviota libre y suelta
e impone otra vez la vuelta
a este suelo recobrado.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 10 horas
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