Pan nuestro de cada día
de un delfín en calambur,
pan de los pueblos del Sur
y el horno de la alegría.
Harina en marinería
de rubios soles tostados,
blancos sueños desplegados
como sueltas de paloma
entre el grato y denso aroma
de los pimientos asados.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 10 horas
Todos los días veo este blog porque es una pequeña joya. Enhorabuena por las décimas diarias.
ResponderEliminarGracias por este oro fino.
Gracias por el generoso comentario, anónimo,
ResponderEliminarSi vieras las cucarachas paseando a sus anchas por esa panadería la poesía no sería tan bonita.
ResponderEliminarHombre, anónimo... Los poetas tendemos a ver los aspectos más líricos de la realidad, en lugar de las cucarachas. En cualquier caso, muy respetable su comentario. Me fijaré la próxima vez que ande por allí.
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