Vuelves a verte asomado
a la estrechez de Zamudio
cuando el aire era preludio
de aquel tiempo deseado.
Hoy los años han pasado.
No habitas aquel balcón.
Mas por alguna razón
recuerdas a las ancianas
que entregaban, sevillanas,
al Cautivo una oración.
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Hoy viernes de cuaresma,viendo el ir y venir de las ancianas al Cautivo,te recuerdo pues lo retratas muy bien en tu décima.
ResponderEliminarY hablando de otra cosa,esa niñita que nació el verano pasado debe estar preciosa ¿verdad?
Un fuerte abrazo.
Veo por su comentario que sigue el ir y venir que evoca mi décima, querida Maica, aunque sin el padre Barriga Coronel y Pepe el sacristán al frente de la parroquia, como cuando yo era niño... Sí que está preciosa la niña, aunque qué voy a decir yo que soy su padre. Un fuerte abrazo.
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