viernes, 26 de noviembre de 2010

Un pensamiento

Hay que abortar de raiz
con desdén y cortesía
la obsesión por la alegría
y el empeño en ser feliz,
reducir a cicatriz
todo aquello que es herida
y, la lección aprendida
de las sombras del desgarro,
tirar tranquilos del carro
milagroso de la vida.

4 comentarios:

  1. Me encanta su pensamiento de hoy. Le sigo con fidelidad, aunque el exceso de trabajo y de obligaciones familiares me impide participar en el blog todo lo que quisiera.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, guanche, y no preocupe, que el simple hecho de que lea mis décimas ya me alegra mucho.

    ResponderEliminar
  3. Pues si, muchas veces llamamos felicidad a lo que es "alegría, emoción, excitación" y no apreciamos la serena y tranquila felicidad. Lo peor es que la mayoría de las veces la damos por garantizada.

    Muy bonita décima y a tirar del carro felices.

    ResponderEliminar
  4. Eso, Euclides, a tirar del carro. Gracias por sus comentarios como siempre.

    ResponderEliminar