domingo, 14 de noviembre de 2010

Carlos Edmundo de Ory

-Hola del mar, -dijo serio
allá en La Carbonería
y fue todo poesía
entre risa e improperio.
-Tomemos un refrigerio
que refrigere infinito.
Dejo tras su muerte escrito
que ha de seguir –cuerdo loco-
orinando el Orinoco
y puliendo un aerolito.

1 comentario:

  1. Esta décima ha provocado mi curiosidad sobre este poeta gaditano. Ahora mismo estoy leyendo algunas de sus poesías.
    Gracias.

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