-Hola del mar, -dijo serio
allá en La Carbonería
y fue todo poesía
entre risa e improperio.
-Tomemos un refrigerio
que refrigere infinito.
Dejo tras su muerte escrito
que ha de seguir –cuerdo loco-
orinando el Orinoco
y puliendo un aerolito.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 2 días
Esta décima ha provocado mi curiosidad sobre este poeta gaditano. Ahora mismo estoy leyendo algunas de sus poesías.
ResponderEliminarGracias.