miércoles, 3 de noviembre de 2010

Calle Imperial

Rectilínea y encalada.
Siempre a resguardo del viento.
Aledaña a ese convento
de claridad enclaustrada.
Sobre el muro, agazapada,
la hiedra es verde puñal.
Por el blanco de la cal
y por la fronda del verde
mi vida nunca se pierde
por esta calle Imperial.

2 comentarios:

  1. Dedica usted hoy la decima a una calle que no se por qué siempre me resulto antipatica. Quizas por lo larga que es y por lo malo del empedrado a pesar de alguna reforma. No obstante si vuelvo a pasar por ella la intentere mirar con otros ojos

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  2. Vaya, Duna, no le falta parte de razón, calle además incómoda por su empedrado para carritos infantiles, de lo que puedo dar fe además de decirle que no es usted la única persona que profesa cierta antipatía a esta calle, se lo aseguro, que yo me veo obligado a veces a dar largos rodeos para evitarla olvidando que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta, pero yo no puedo más que sentir predilección por esta calle de tan cotidiana para mí durante tantísimos años. En fin, cosas y escenarios de cada uno...

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