Hay que abortar de raiz
con desdén y cortesía
la obsesión por la alegría
y el empeño en ser feliz,
reducir a cicatriz
todo aquello que es herida
y, la lección aprendida
de las sombras del desgarro,
tirar tranquilos del carro
milagroso de la vida.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 2 días
Me encanta su pensamiento de hoy. Le sigo con fidelidad, aunque el exceso de trabajo y de obligaciones familiares me impide participar en el blog todo lo que quisiera.
ResponderEliminarGracias, guanche, y no preocupe, que el simple hecho de que lea mis décimas ya me alegra mucho.
ResponderEliminarPues si, muchas veces llamamos felicidad a lo que es "alegría, emoción, excitación" y no apreciamos la serena y tranquila felicidad. Lo peor es que la mayoría de las veces la damos por garantizada.
ResponderEliminarMuy bonita décima y a tirar del carro felices.
Eso, Euclides, a tirar del carro. Gracias por sus comentarios como siempre.
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