Tarde de bruma vencida,
cristal del tiempo, reflejo
de claridad de oro viejo
y blancura renacida.
Reloj, brújula encendida
que marca el rumbo a la espera.
Tarde de marzo cualquiera
en la que el sueño divisa
la arribada, la sonrisa
de la pronta primavera.
La lúgubre góndola
Hace 1 semana
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