(Con el mayor respeto a quienes desempeñan con honradez y dignidad la profesión de chófer)
Ay, inocente de mí.
Pensaba que un chófer era
uno que te lleva a Utrera,
Lebrija o Benamejí.
Mas tarari que te vi.
Mi inteligencia es bien poca.
En la honorable bicoca
de la gran Andalucía
el chófer es quien te guía
derechito hasta la coca.
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Excelente y plenamente actual. Así está anclada la corrupción en Andalucía. ¡Qué tristeza de políticos!
ResponderEliminarTriste y patético este nuevo episodio que lamentablemente pasará a la historia de Andalucía. Nuestra tierra no merece a esta gentuza a la que sólo le deseo que le caiga todo el peso de la ley. La cárcel es un buen destino para un chófer tan diligente. Pero lo más preocupante de todo es que probablemente, una vez más, nos quedemos sin saber toda la verdad de este nuevo caso.
ResponderEliminarEn esas andamos. Emilio, y seguro que como bien dice José Luis, solo conocemos la minúscula puntita del iceberg. Un abrazo para ambos.
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