Las lágrimas de cristal
que lleva esta Virgen buena
son la gloria nazarena
del barrio del Arenal.
Bajo el cielo y sin varal
qué gozo verla venir.
Yo sé bien –no es un decir-
que cada Miércoles Santo
a la Piedad presta el llanto
el propio Guadalquivir.
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Preciosas décimas aptas para un pregón. Y, qué decir de la Piedad del baratillo...
ResponderEliminarGracias, José Luis. Como en años anteriores y hasta el Domingo de Resurrección las décimas versarán sobre esta temática. Un fuerte abrazo.
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