Sol de campo sin urgencia
cuarteado en mil reflejos.
Las chicharras, a lo lejos,
son concierto de estridencia.
Tarde tranquila, indolencia
de las horas del verano
cuando en el fresco y cercano
espacio de una piscina
cabe así, de esquina a esquina,
todo el mundo en una mano.
domingo, 17 de julio de 2011
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