Ojos claros, hermosura
que parece avergonzada.
Más profunda la mirada
que tu rostro que supura.
Copio en verso la amargura
en que cuaja tu tristeza.
Todo acaba y todo empieza.
Dale al tiempo tu esperanza
y del tiempo, en la balanza,
tu silencio y tu belleza.
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No puede describirse mejor la tristeza que en ocasiones uno puede sentir por circunstancias ajenas a su voluntad, como en este caso por una enfermedad de la piel. Ojalá esa muchacha saliera ayer llena de esperanza de la consulta del dermatólogo. Besos. ARC.
ResponderEliminarGracias, ARC, por tu comentario sobre esta solidaria décima con una angustia ajena que yo conozco muy bien.
ResponderEliminarYo conozco muy bien la angustia que de forma tan magnifica refleja en su decima. La padecí durante años y parece mentira la forma en que uno puede ver amargada su vida y acomplejada su existencia por un problema que parece irresoluble. Afortunadamente el tiempo, la constancia y los tratamientos adecuados pondran fin al problema de la muchacha en el dermatologo.
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