Se va junio y julio llega
con el brillo de su acero
otra vez por un sendero
que a su fuerza se doblega.
Calurosa y andariega
viene la luz de su mano
y en el murmullo cercano
con que la mar nos alcanza
se condensa y afianza
la caricia del verano
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un nuevo cambio de mes que queda reflejado en su blog. Me gusto mucho la cuestion de perspectiva.
ResponderEliminarGracias, guanche. No veo la hora de que lleguenos ya al cambio de agosto.
ResponderEliminar