Tres años, gozo travieso
que la vida indaga a solas.
Tiene miedo de las olas
y se agarra con un beso.
-Solo no –murmura preso
de una infantil aflicción.
Plenitud de vida, al son
solamente del presente.
Con su abrazo, de repente,
se renueva el corazón.
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Seguro que este fin de semana su hijo ya supera el miedo a las olas como ha hecho su hermano mayor. Muy bonita la decima de hoy. A ver si pronto podemos compartir un dia de playa.
ResponderEliminarLo va superando, guanche. Mi "Teoría de la plenitud" de hace algunas semanas mereció un comentario, con escaso fundamento, sobre unas supuestas preferencias líricas y paterno-filiales por mi parte, de ahí la "Teoría de la plenitud (y II). Un abrazo.
ResponderEliminarNo hay mayor plenitud que vivir el presente. Me alegro de ser testigo cada día de esta Teoría de la Plenitud I y II, ahora quizás más plena con la pequeña III. Besos. ARC
ResponderEliminarBueno, ARC, no sea tan modesta, no testigo sino artífice y protagonista principal. La pequeña III, al ser todavía tan reticente al baño no puede, por el momento, ser beneficiaria de una décima.
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