Del fuego que ayer ardía
entre llamas en la noche
sólo queda este derroche
de cenizas a porfía.
Devenir y alegoría
de un designio fiero y ciego.
Pero visto con sosiego
tras la llama ayer ardida
en la hoguera de la vida
puede encenderse otro fuego.
La lúgubre góndola
Hace 1 semana
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