Te recuerdo, blanco muro.
Por las estrechas rendijas
trepaban las lagartijas
como sierpes de lo oscuro.
No sé qué extraño conjuro
me ha devuelto aquella edad,
la casa, la claridad
de aquel patio de macetas
y las quejumbres secretas
del pozo en la oscuridad.
El profundo sosiego de las cosas
Hace 3 días
No parece dificil adivinar que te refieres a Aguadulce y a la casa de nuestros abuelos. Yo tambien tengo un recuerdo preciso y muy agradable de todo lo que describes. A mi, sin embargo, lo que me hacia particular ilusion era ir a coger los huevos de las gallinas de las tias y oir al gallo que nos despertaba por la mañana. Me gustan mucho las decimas que, como la de hoy, me trasladan a lugares o me recuerdan a personas que forman parte de nuestras vidas.
ResponderEliminarLa colecta de huevos debió ser anterior a mis estancias en el pueblo que tan bien identificas, Aurora, porque yo no recuerdo esa actividad. De la casa de las tías apenas recuerdo un juego de pesas y un canario amarillo. Me centré, por tanto, en las lagartijas en vez de en las aves de corral. Un abrazo.
ResponderEliminarCuanto he disfrutado de niño en Teror , Aruca o San Bartolome de Tirajana, a los que nos desplazabamos en guagua cuando terminaba el colegio por tortuosas carreteras. Al igual que usted, yo tambien he tenido agradables veranos en el pueblo. Su infancia esta muy presente ultimamente en sus decimas.
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