Traje negro, el semblante
ceñido en honda distancia.
Hoy regreso hasta la infancia
y veo su rostro delante.
Con qué enérgico desplante
ante mi asombro inocente
se sacaba, de repente,
de la baraja española
esa carta que ella sola
adivinaba en mi mente.
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El profundo sosiego de las cosas
Hace 3 días
Enrique , solo quiero decirte que me ha encantado la decima de hoy dedicada a nuestra abuela Concha. Me parece increible que con tan pocas palabras puedas hacer un retrato tan preciso de ella.Si te acuerdas de como eran , enseñales a tus hijos los trucos que nos hacia; mis hijos ya los saben. Enseñales tambien los solitarios que , como quizas tambien recuerdes,hacia nuestro abuelo Pepe de forma incansable.
ResponderEliminarMaravillosa la decima de hoy .
ResponderEliminarTú tenías algo más de edad que yo, Aurora, por lo que quizás aprendiste mejor los trucos de los que yo apenas recuerdo a los caballos de la baraja saltando de un lado a otro o la carta retenida en la memoria saliendo de la baraja. Quizás algún día me podrías tu recordar y enseñar aquellos trucos. Los solitarios del abuelo Pepe sí que los recuerdo mejor.
ResponderEliminarGracias por su elogio, Marítimo. Se lo agradezco de verdad.
ResponderEliminarNo deja de sorprenderme esa capacidad creadora e inagotable que Vd. posee amigo Espinelete.Los dioses son dadivosos y espléndidos con la fecundidad y calidad de su producción.
ResponderEliminarSe atreve con todo,y se le da bien todo.Lo mismo los meses del año,que los exámenes,que esta tan preciosa hoy de la abuela y la baraja...todo.
Enhorabuena de nuevo.Tessa.
Muchas gracias por su generosa cordialidad, amiga Tessa.
ResponderEliminarEnrique, gracias por traernos hoy al recuerdo con tu décima a abuela Concha.
ResponderEliminarMe alegra de verdad que te haya gustado mi recuerdo, Mamen.
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