domingo, 10 de junio de 2012

Lejos y hasta el mar

Lejos. Lejos. Vete lejos,
donde sólo el mar te cuente
el azul, la luz urgente
de la orilla y sus reflejos.
Frente a tristes ecos viejos
busca la voz de la espuma.
Diluido entre la bruma
Dios te dice en el oído:
goza alegre del olvido,
vive y sueña, sigue y suma.

2 comentarios:

  1. Despues de estar tres dias sin luz y sin que funcionara nada, milagrosamente ya puedo volver a mandar mensajes al blog. Algo bueno ha tenido tanta oscuridad e incomodidad. Me gusta mucho que escribas sobre el mar que a mi, como a ti, me encanta. Yo incluso me acuerdo de la cara de Hilaria, quizas tu no porque eras bastante mas pequeño.

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  2. Me alegra el comentario y tu regreso, guanche. No sé si es mejor la prolongada oscuridad o la falta de aire acondicionado que yo padezco. Lo de Casa Hilaria no lo entiendo muy bien, la verdad. Yo recuerdo Casa Hilaria como establecimiento mercantil, guanche, "voy ancá Hilaria"... He regresado por allí algunas veces y es hoy un espléndido Supermercado y creo que hasta un hotelito bastante más amplio. La casa de Hilaria, su domicilio, no lo recuerdo, la verdad.Un abrazo.

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